Conociendo cada parte de los relojes Invicta

Cuando se habla de relojería de alta calidad, una de las marcas que más destaca es Invicta. Sus productos llevan la leyenda «SwissMade», que es un símbolo de prestigio y precisión. Esto garantiza que todos sus componentes han sido ensamblados en Suiza, siguiendo rigurosos procesos de fabricación y respetando ciertas normas para mantener por todo lo alto una tradición de varios siglos. Para conocer más al respecto, en este artículo hablaremos de los diferentes elementos que posicionan a los relojes Invicta entre los mejores del mercado.

Tal como hemos mencionado, su maquinaria es desarrollada en territorio suizo, y se caracteriza por un gran desempeño y excelente funcionalidad. Mientras que las cajas están fabricadas en acero inoxidable. Asimismo, este material ha sido empleado para sus biseles, los cuales destacan por tener líneas especiales que permiten realizar mediciones en tiempos específicos.

Por otro lado, si hablamos de la carátula, que es el lugar donde se ubican los números y manecillas, nos encontramos con que Invicta se distingue por incorporar características muy llamativas. Emplea formas y materiales poco comunes, que son el deleite para los usuarios. Fibra de carbono o madera se pueden apreciar en sus estructuras, convirtiendo a su relojes en verdaderas piezas de colección. También existen los modelos tipo “skeleton”, que ofrecen la posibilidad de visualizar todo el movimiento y maquinaria interna.

En cuanto a su protección, el cristal se encargará de ella. Puede ser mineral, con una gran resistencia pero sensible a las rayaduras, o de zafiro, que invierte estas propiedades dada su fragilidad. En el caso de los relojes Invicta, muchos modelos cuentan con “FlameFusion”, un cristal especial patentado por la marca y que brinda lo mejor de los antes mencionados.

El dial y los números cuentan con iluminación tipo Tritnite o Superluminova, de este modo, podremos ver la hora estando en plena oscuridad. Las manecillas también suelen tener esta tecnología, en el minutero y segundero, incluso algunos relojes, como los GTM, disponen de una manecilla extra para medir el tiempo en otros usos horarios. En cualquiera de estos casos, serán regulables gracias a la corona y los pulsadores.