Inflación, precios y seguros para celulares: info útil que necesitás conocer

Recientemente, los precios de los celulares se han ido por las nubes. En este sentido, hoy más que nunca se tornan necesarios los seguros para celulares. De esta cuestión hablaremos acá. Mientras tanto, si querés ir teniendo una referencia sobre coberturas y valores de seguros para celulares, podés visitar este sitio.

 

Datos sobre el mercado de los celulares según un relevamiento por el Día del Niño

Este año las ventas por el Día del Niño cayeron 3,3% en comparación con 2017. La caída en la actividad económica y la suba en el dólar hicieron retroceder las ventas de videojuegos y de consolas, de rodados, de indumentaria, de libros y del producto del que nos ocupamos acá, los celulares. El único rubro que se mantuvo estable son los juguetes, aunque también con variaciones.

La economía nacional a través de un teléfono móvil

Desde los últimos años, la mayoría de las personas considera que los teléfonos celulares son un producto indispensable para diversas actividades de la vida diaria, desde consultar la agenda de trabajo hasta pedir un taxi o mandar un saludo de felicitaciones o hacer un pedido de ayuda.

A pesar la penetración que estos equipos tienen en la población argentina, el sector económico detrás de su comercialización se ha visto complicado, ya que han caído las ventas con notoriedad.

Esta situación, naturalmente, se explica por la suba de precios generalizada post devaluación y por el encarecimiento de los planes de financiación de estos productos en particular. Dicho con otras palabras, la gente tiene menos poder adquisitivo y los celulares se han vuelto más caros.

En la Argentina, se venden entre 9 y 11 millones de celulares. Y esta cifra corresponde solo al mercado legal y no contempla la compra de equipos en el extranjero.

Para dimensionar este número es preciso tener en cuenta que hablamos de un país de 45 millones de habitantes.

De acuerdo con estimaciones del sector, este año, las ventas cerrarían en 9.8 millones de de teléfonos móviles.

Celulares, un bien de primera necesidad

El uso de celulares se ha tornado tan importante que ya se habla de un bien inelástico. Esto quiere decir que sería un producto de primera necesidad, que, por lo tanto, tendría que ser poco sensible a los vaivenes de la macroeconomía.

Sin embargo, la devaluación acaecida durante el último semestre e intensificada en agosto impactó en la venta de este producto. De hecho, las ventas se redujeron, en términos de unidades, en un 16.5 % durante junio en relación con el mismo mes el año pasado.

Con respecto a la facturación total, se había registrado un aumento del 47 % durante el primer semestre en comparación con el mismo período durante el año pasado, pero en junio —y solo en junio—, la facturación se redujo en un 25.2 % interanual.

La realidad es que, según diversas fuentes, el comercio cayó de forma generalizada en casi todos los rubros, excepto, por ejemplo, en el de los equipos de televisores, gracias al impulso dado por el Mundial de Fútbol.

En este sentido, otro índice elocuente es el ticket promedio: creció un 45 % interanual en el primer semestre, pero cayó un 50 % en junio.

Con respecto a los celulares en concreto, se sigue comprando smartphones, solo que el ticket promedio ahora es más bajo. Por lo general, se compran varios modelos de diversas marcas, pero, en su mayoría, 3G, lejos de los considerados tope de gama.

De hecho, los celulares premium sufrieron una baja de ventas en unidades del 60 %, mientras que la gama anterior, la considerada alta, se redujo un 36 %. En cuanto a los productos de la gama media, se vendieron un 22 % menos, y los más bajos, 11 % menos.

Esto también enmarcado en el festejo por el Día del Padre, fecha de junio en la que, regularmente, las ventas de este sector aumentaban un 10 % en comparación con el mes precedente, gracias a las diversas promociones de compañías, marcas y vendedores de celulares.

Seguros de celulares en un contexto de crisis económica

Como es sabido, una crisis de escala macroeconómica afecta a toda la sociedad. Incluso, a pesar de lo que se pueda alegar, impacta negativamente en quienes más dinero tienen y podría parecer, a primera vista, que se benefician.

Indudablemente, como decíamos, los celulares son un bien imprescindible según las exigencias que impone la vida actual.

Por las dos cuestiones mencionadas, por un lado la crisis económica, que encarece el valor de los equipos, y, por el otro, la necesidad de contar siempre con un móvil, los seguros para celulares se tornan cada vez más útiles.

Y no nos olvidemos que, de la mano de la devaluación, con la consecuente pérdida de trabajos masiva, crece también la criminalidad

¿Podemos protegernos de la realidad?

Un smartphone cuesta, hoy en día, 10.000 pesos en promedio. Y si los usamos como herramientas de trabajo probablemente estaremos hablando de un equipo de alta gama. Un iPhone X, por ejemplo, en Mercado Libre cuesta 50.000 pesos.

Imaginemos que tenemos un Samsung Galaxy S8 Edge, que, de acuerdo con Mercado Libre también, cuesta la mitad de lo que sale el Iphone X. Nosotros lo compramos en una tienda de un retailer conocido.

Cuando nos ofrecieron asegurar la compra en el local, dijimos que no. Cuando nos llamaron de una aseguradora X, dijimos que no. Ya suficiente con las cuotas del teléfono como para agregar una más, fija.

Un día estamos en camino al trabajo. En el subte, vamos revisamos la agenda laboral con nuestro teléfono y le recordamos a nuestro hijo que no se olvide la tarea de inglés.

Somos precavidos y no solemos usar el celular en espacios públicos. Mejor prevenir que curar.

Sin embargo, ese día, a una cuadra de nuestra oficina, nos suena el teléfono. Miramos y es nuestro jefe. Atendemos.

Distraídos, nos chocamos con un chico que pretende robarnos el equipo. Tironeamos, forcejeamos. La gente de nuestro alrededor se sorprende, pero finalmente, nadie puede hacer nada: allá va corriendo el ladrón con nuestros 25.000 pesos, con nuestro jefe en línea y con nuestra herramienta de trabajo.

Como todos sabemos, esto sucede a menudo. ¿Cuántas historias de este tipo podemos recordar que hayan padecido personas de nuestro entorno cercano?